Inauguramos este mes de noviembre la sección dedicada a artículos y curiosidades relacionadas con la discapacidad. Cada mes colgaremos un nuevo artículo, esperamos que os guste esta nueva sección.
La sobreprotección:
Qué es la sobreprotección y sus causas
La sobreprotección se define como el exceso de cuidado y/o
protección a los hijos por parte de sus padres. En los niños con
discapacidad este fenómeno se puede deber a pensar que los hijos no
son capaces de aprender determinadas actitudes o acciones.
Es una sensación frecuente, sobre todo en las madres debido al
vínculo que existe entre ellas y sus hijos, aunque también los
padres lo pueden experimentar.
Es habitual en padres de niños con discapacidad que vean a su hijo
como “pequeño” toda su vida, sin tener en cuenta la edad
cronológica del mismo, llevando así a tratarlo siempre como si
fuera un niño y protegiéndolo como tal, pues temen que pueda
golpearse, lastimarse… Evitando así que su hijo sea capaz de
experimentar el mundo como cualquiera lo haría.
En los casos concretos de hijos con discapacidad también es
importante evitar las comparaciones con otros niños o adolescentes,
ya que cada persona es única y tiene unos procesos diferentes del
resto.
Otra de las causas de sobreprotección en padres de niños con
discapacidad se puede deber al miedo por el rechazo hacia su hijo por
parte del resto, protegiéndolo de posibles traumas que pueda tener
al enfrentarse a personas que no le comprendan, lo cual conlleva al
aislamiento del pequeño respecto al grupo de iguales.
La sobreprotección y la familia:
Se puede dar el caso de que dentro del núcleo familiar haya otras
personas que necesitan nuestra atención, como pueden ser otros
hijos. En estos casos hay que tener en cuenta que la sobreprotección
de un hijo con discapacidad también altera la vida de sus hermanos,
ya que éstos ven disminuida su atención hacia ellos, lo cual puede
provocar celos o sentimiento de abandono.
¿Cómo saber si nuestro hijo es un niño sobreprotegido?
Los niños que están siendo sobreprotegidos o que lo han sido
durante gran parte de su infancia y adolescencia muestran ciertos
rasgos comunes:
- Suelen ser niños tímidos.
- Le cuesta alejarse de sus padres (sobre todo de la madre).
- Nervioso y algo solitario, para él es complicado relacionarse con
niños de su misma edad.
- No suele asumir la responsabilidad de sus actos porque esta
acostumbrado a que sus padres lo hagan por él.
- Dificultad en la comprensión y expresión del lenguaje.
- En ocasiones se puede dar un comportamiento diferente dentro y
fuera del núcleo familiar, ya que es en éste dónde están
acostumbrados a estas acciones.
¿Cómo evitar esta situación?
Evitar esta sobreprotección es algo difícil, pues se suele llegar a
ella sin darse cuenta y en el momento menos pensado.
Hay que tener en cuenta que es normal proteger a los hijos, pero no
sobreproteger, confiar en sus propias capacidades de relacionarse con
los demás y descubrir el mundo que les rodea por sí mismos,
afrontando los mismos retos que el resto.
El contacto con padres que sufren la misma problemática es muy
importante, ya que el compartir experiencias ayuda a ver que hay
otras personas con los mismos problemas y sentimientos, pudiendo así
canalizar las diferentes inquietudes y compartiendo tanto los éxitos
como las frustraciones.